domingo, 29 de enero de 2012

El Cristianismo como racionalidad llevada a la religión.

Siempre he sostenido que la fe, como instrumento para alcanzar el conocimiento divino (1), y la razón van por vías separadas y no logran entenderse por hablar lenguas distintas. El lenguaje común en casi todos los seres humanos es la racionalidad. Está claro que la forma en que le damos uso no es la misma en cada ser humano, pero mantenemos unos códigos mínimos de racionalidad que nos permite mantener un diálogo sobre cualquier tema, incluido los temas trascendentales, como la religión, dios, el sentido de la vida, la muerte, etc.  

La fe en cambio es un instrumento muy personal, íntimo y subjetivo, con códigos distintos para cada persona y grupo humano, que no permite el diálogo crítico, sino antes bien se basa en principios y creencias poco flexibles, monolíticas, que no pretenden justificarse, sino que justifican la realidad. Son fuente originaria de conocimiento, axiomas, y por lo tanto no admiten duda al respecto sobre su veracidad.

Sin embargo recientemente leí un artículo del actual Sumo Pontífice, Benedicto XVI, (cuando lo escribió “sólo” era Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe). En él, Ratzinger plantea la hipótesis – no sé si es suya- de que el cristianismo logra aceptación universal sobre las religiones paganas gracias a su racionalidad, es decir “en el cristianismo, el racionalismo se ha hecho religión y no es ya su adversario”. En el cristianismo fe y razón confluyen y van de la mano hacia la verdad.

Más adelante señala también:

“El triunfo del cristianismo sobre las religiones paganas fue posible no sólo por la reivindicación de su racionalidad. Un segundo motivo tuvo igual importancia. Consiste, en líneas generales en el rigor moral del cristianismo, que Pablo ya había relacionado con la racionalidad de la fe cristiana: lo que la ley supone realmente, las exigencias que el Dios único plantea a la vida del hombre y que la fe cristiana saca a la luz, coincide con lo que el hombre, todo hombre, lleva escrito en el corazón, de forma que lo considera bueno cuando aparece en él. Coincide con lo que “es bueno por naturaleza””.
El cristianismo en sus inicios, y sobre todo con su ideólogo, Pablo de Tarso, parece virar su metodología de persuasión a través de la razón. Así, por ejemplo, como lo señala Pablo, de nada sirve ser circuncidado, si no se siguen las leyes de Dios. El mito y lo fantástico dejan paso a la razón. Si antes se mandaba algo por inspiración divina, ahora bastaba usar la razón para comprender el mensaje de Dios. No se necesita consultar la Ley Mosaica para conocer el correcto actuar. No hay que revisar el Levítico o el Deuteronomio para entender cuál es el verdadero Principio que Dios/Jesucristo nos ha dejado. Amar a tu prójimo como a ti mismo. De esa máxima podemos derivar el resto. Así pues, podríamos entender, entre otros pasajes, aquel cuando unos fariseos quisieron poner a prueba a Jesús inquiriendo sobre el cumplimiento de algunas normas de Moisés plasmadas en la Ley:
“19:3 Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?
19:4 El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo,
19:5 y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne?
19:6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
19:7 Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?
19:8 Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así.
19:9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.” (Mateo 19:3-9)

¿Pero es el cristianismo solo razón? No, evidentemente. La razón ha impregnado al cristianismo y se ha convertido en un vehículo para adaptarla a los tiempos modernos, quizá por ello no parezca tan “primitiva” como otras religiones que se han quedado “atascadas” en contextos pasados. El cristianismo ha tenido que dejar mitos en su camino y lo seguirá haciendo. ¿Pero puede vivir sin fe? No, no puede, no hay religión sin fe, de lo contrario se convierte en ciencia. ¿Puede el cristianismo sobrevivir sólo con un sistema moral basado en la razón? No, el cristianismo trae consigo un set de ideas y creencias basadas en la fe, de las que nunca podrá desprenderse.

Creo que el Cristianismo lucha con la razón para defender su fe, pero cuando se derrota su razón, la fe no ofrece batalla. La fe es fe y punto. La razón no puede osar debatir con la fe.

Al final, Ratzinger formaliza lo que los filósofos cristianos han hecho durante centurias, tratar de convencer con la razón los pilares de su fe. Pueden convencer, persuadir, pero siempre quedará en el plano de la fe.

La Fe


“Every true faith is infallible. It performs what the believing person hopes to find in it. But it does not offer the least support for the establishing of an objective truth. Here the ways of men divide. If you want to achieve peace of mind and happiness, have faith. If you want to be a disciple of truth, then search.”  
Friedrich Nietzsche

domingo, 22 de enero de 2012

domingo, 15 de enero de 2012

La moral en el Antiguo Testamento


Cuando hablamos del origen de la moral usualmente se plantean 3 hipótesis: 1) Que ésta tiene un origen divino, es decir son mandamientos impartidos por Dios; 2) Que tiene un origen social, es decir son convenciones alcanzadas por la sociedad a lo largo de su historia; y 3) Son producto de la naturaleza humana, es decir nacemos con ciertos instintos que son la base de los sistemas morales.

Es probable que las comunidades religiosas de todo el planeta estén de acuerdo en que el sistema moral bajo el que se rigen es de origen divino, mandamientos o principios dados por Dios, y que se plasman en un libro sagrado. Por lo tanto, si hubiera alguna duda sobre el Bien o el Mal de cierta acción, se recurre a los libros sagrados para encontrar el criterio que rige la rectitud del actuar.

En la actualidad, en el mundo cristiano, nos encontramos frecuentemente con situaciones o dilemas sobre la correcta forma de actuar, y aunque no queramos admitirlo, muchas veces la Biblia no nos da la respuesta. Las interpretaciones que se hacen resultan a veces extremas o antojadizas, y muchas veces van en contra del sentido común.

Si abordamos la primera hipótesis sobre el origen divino de la moral, uno podría argumentar que si el sistema moral es impartido por Dios, este “debería” ser perfecto, pues por definición es elaborado por Dios, por lo que debería ser inmutable, es decir no cambiar en el tiempo, ser eterno, y universal, aplicado para todos los pueblos, entre otras características. Para empezar, está claro que “universal” no es, pues las distintas comunidades religiosas han desarrollado sistemas morales que se diferencian entre sí, en temas menores pero también en temas clave. Podríamos decir que un sistema es mejor que otro?. Aquí podemos entrar en un debate sobre el relativismo cultural y la tolerancia hacia lo que se considera un sistema moral superior. ¿El cristiano occidental es superior al hindú o islámico?

Mi interés es focalizarme en la otra característica: la inmutabilidad de un sistema moral. ¿Lo que se considera bueno en un tiempo es bueno para todos los tiempos?, ¿Matar al prójimo ha sido reprobable siempre?, ¿El criterio de justicia ha sido el mismo para Dios todo el tiempo?, ¿El trato a la mujer ha variado?, ¿La monogamia o la poligamia, cual es el mandato divino?, etc.

En el Antiguo Testamento podemos rescatar muchas prácticas pre-cristianas basadas en los mandamientos dados por Dios a través de Moisés y los profetas. En los libros Levítico y Deuteronomio, textos muy interesantes por cierto para entender la mentalidad de los pueblos del medio oriente, encontramos el sistema moral de la época. Moisés luego de sacar al “pueblo elegido” de Egipto va en busca de la tierra prometida, pero en el camino imparte los mandamientos dados por Yavé, que no fueron solamente Diez (esos eran los más presentables) sino varios cientos de mandamientos. Este sistema se asumía divino pues venia directamente de Dios y por tanto su autoridad no podía ser puesta en duda.

Recorramos, pues, algunos de ellos:

“Impurezas” sexuales



Levítico 15:19-24

19  Y cuando la mujer tuviere flujo de sangre, y su flujo fuere en su carne, siete días estará apartada; y cualquiera que tocare en ella, será inmundo hasta la tarde.

20  Y todo aquello sobre que ella se acostare mientras su separación, será inmundo: también todo aquello sobre que se sentare, será inmundo.

21  Y cualquiera que tocare a su cama, lavará sus vestidos, y después de lavarse con agua, será inmundo hasta la tarde.

22  También cualquiera que tocare cualquier mueble sobre que ella se hubiere sentado, lavará sus vestidos; lavaráse luego a sí mismo con agua, y será inmundo hasta la tarde.

23  Y si estuviere sobre la cama, o sobre la silla en que ella se hubiere sentado, el que tocare en ella será inmundo hasta la tarde.

24  Y si alguno durmiere con ella, y su menstruo fuere sobre él, será inmundo por siete días; y toda cama sobre que durmiere, será inmunda.



Ley del talión

Levítico 24:17-22

17 El que hiera de muerte a cualquier persona morirá.

18. El que hiera de muerte a un animal pagará con otro; vida por vida.

19. El que cause alguna lesión a su prójimo, como él hizo, así se le hará:

20. fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; se hará la misma lesión que él ha causado al otro.

21. El que mate a un animal, dará otro por él, pero el que mate a una persona humana, morirá.

22. La ley será la misma para el forastero y para el nativo, porque yo soy Yavé, su Dios.»



Deuteronomio 19:11-13

11 Pero si hubiere alguno que aborreciere a su prójimo y lo acechare, y se levantare contra él y lo hiriere de muerte, y muriere; si huyere a alguna de estas ciudades,

12 entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre para que muera.

13 No le compadecerás; y quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien.



Intolerancia religiosa

Deuteronomio 13:7-11

7. Si tu hermano, hijo de tu padre, si tu hijo o tu hija, o la mujer que descansa en tu regazo o el amigo a quien amas tanto como a ti mismo, trata de seducirte en secreto, diciéndote: «Vamos a servir a otros dioses», dioses que no conociste ni tú ni tus padres,

8. dioses de los pueblos próximos o lejanos que te rodean de un extremo a otro de la tierra, 9. no le harás caso ni lo escucharás. No tendrás piedad de él, no lo perdonarás ni lo encubrirás,

10. sino que lo matarás. Tu mano será la primera en caer sobre él, y después lo hará todo el pueblo.

11. Lo apedrearán hasta que muera, porque trató de apartarte de Yavé, tu Dios, el que te sacó del país de Egipto, de la casa de la esclavitud.



Esclavitud

Deuteronomio 21:10-14

10. Cuando vayas a la guerra contra tus enemigos, y Yavé, tu Dios, te los entregue,

11. verás tal vez entre las cautivas a una mujer hermosa, te enamoras de ella y querrás hacerla tu esposa.

12. Entonces la llevarás a tu casa, donde se rapará la cabeza y se cortará las uñas.

13. Dejará el vestido que llevaba cuando fue tomada, y quedará en tu casa durante un mes, haciendo duelo por su padre y su madre. Después te juntarás con ella y tú serás su marido y ella tu esposa.

14. Si con el tiempo ya no te agrada, la despedirás; pero no podrás venderla por dinero, ni hacerla tu esclava, ya que la tomaste.



Poligamia

Deuteronomio 21:15-17

15 Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le hubieren dado hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida;

16 en el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito;

17 mas al hijo de la aborrecida reconocerá como primogénito, para darle el doble de lo que correspondiere a cada uno de los demás; porque él es el principio de su vigor, y suyo es el derecho de la primogenitura.



Divorcio

Deuteronomio 24:1-4

1 Si un hombre toma una mujer y se casa con ella, puede ser que le encuentre algún defecto y ya no la quiera. En ese caso, escribirá un certificado de divorcio que le entregará antes de despedirla de su casa.

2. Habiendo salido de su casa, puede ser la mujer de otro.

3. Pero si éste también ya no la quiere y la despide con un certificado de divorcio, o bien si llega a morir este otro hombre que la tomó como mujer suya,

4. el primer marido que la repudió no podrá volver a tomarla por esposa, ya que pasó a ser para él como impura. Sería una abominación a los ojos de Yavé que la volviera a tener. No manches la tierra que Yavé te dará en herencia.



Animales “impuros”

Deuteronomio 14:3-8

3. No comerán nada que sea impuro. Estos son los animales que podrán comer:

4. el buey, la oveja y la cabra,

5. el ciervo, la gacela y el gamo, la cabra montés, el antílope, el búfalo y la gamuza.

6. O sea, que pueden comer cualquier animal rumiante de pezuña partida en dos mitades. 7. Pero no comerán de los que solamente rumían, o que solamente tienen la pezuña partida: el camello, la liebre y el conejo que, si bien rumian, no tienen la pezuña partida; los tendrán por impuros.

8. Tampoco comerán carne de cerdo, que tiene la pezuña partida, pero no rumia. Ustedes lo tendrán por impuro: no comerán su carne ni tocarán su cadáver.



Bueno, hay que reconocer que el Levítico y Deuteronomio contienen también mandamientos sensatos y aceptables en un sistema moral actual (cristiano-occidental). He rescatado algunos de aquellos que me parecen descabellados y hasta abominables. Esto nos podría indicar una cosa: que ese sistema moral fue diseñado para un contexto distinto y por lo tanto factible de modificación.  Si eso es así entonces concluimos que el sistema moral divino es mutable, ergo imperfecto. Si algo es perfecto es inmutable por definición.

Por lo tanto el sistema moral no puede ser divino. Al menos no aquel descrito en el Antiguo Testamento.

Finalmente, ¿alguien daría a su hija virgen para que sea violada por un grupo de enardecidos pobladores? La respuesta es obvia. Ni siquiera podríamos imaginar una situación así. Bueno, parece que en las épocas bíblicas, la mujer era considerada un ser muy inferior. Se cree que era práctica común en los desiertos del medio oriente el infanticidio femenino. El Corán luego lo prohibió. La Biblia nos cuenta dos pasajes (Génesis 19:4-11 y Jueces 19:22-29) en donde ofrecer a tus hijas vírgenes era una forma negociar la paz con un enemigo o un grupo de amotinados. Práctica aceptada entre los habitantes de esa región en esa época.
Lot prefers the fornication of his virgin daughters... as long as there no gay sex involved? Painting: Guido Reni, National Gallery.

Génesis 19:4-11

4. No estaban acostados todavía cuando los vecinos, es decir los hombres de Sodoma, jóvenes y ancianos, rodearon la casa: ¡estaba el pueblo entero!

5. Llamaron a Lot y le dijeron: «¿Dónde están esos hombres que llegaron a tu casa esta noche? Mándanoslos afuera, para que abusemos de ellos.»

6. Lot salió de la casa y se dirigió hacia ellos, cerrando la puerta detrás de sí,

7. y les dijo: «Les ruego, hermanos míos, que no cometan semejante maldad.

8. Miren, tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las voy a traer para que ustedes hagan con ellas lo que quieran, pero dejen tranquilos a estos hombres que han confiado en mi hospitalidad.»

9. Pero ellos le respondieron: «¡Quítate del medio! ¡Eres un forastero y ya quieres actuar como juez! Ahora te trataremos a ti peor que a ellos.» Lo empujaron violentamente y se disponían a romper la puerta.

10. Pero los dos hombres desde adentro extendieron sus brazos, tomaron a Lot, lo introdujeron en la casa y cerraron la puerta.

11. Hirieron de ceguera a los hombres que estaban fuera, desde el más joven hasta el más viejo, de modo que no fueron ya capaces de encontrar la puerta.



Jueces 19:22-29

20. El anciano le dijo: «La paz sea contigo, yo proveeré a todas tus necesidades, pero no pases la noche en la plaza.»

21. Los llevó a su casa y dio forraje a los burros. Y ellos se lavaron los pies, comieron y bebieron.

22. Mientras se recreaban, los hombres de la ciudad, gente malvada, cercaron la casa y golpeando la puerta dijeron al anciano, dueño de la casa: «Haz salir al hombre que ha entrado en tu casa para que nos divirtamos con él.»

23. El dueño de la casa salió donde ellos y les dijo: «No, hermanos míos, no se porten mal con él. Ya que este hombre ha entrado en mi casa, no cometan infamia contra él.

24. Aquí está mi hija, que es virgen, y también la concubina de mi compañero. Si quieren, se las entregaré. Abusen con ellas y hagan con ellas lo que les parezca, pero no cometan contra este hombre semejante infamia.»

25. Pero aquellos hombres no quisieron escucharlo. Entonces el hombre tomó a su concubina y se la sacó fuera. Ellos la violaron, la maltrataron toda la noche y hasta la mañana y la dejaron al amanecer.

26. Llegó la mujer de madrugada y cayó a la entrada de la casa del hombre donde estaba su marido; allí quedó hasta que fue de día.

27. Por la mañana se levantó su marido, abrió las puertas de la casa y salió para continuar su camino. Entonces vio a la mujer, su concubina, tendida a la entrada de la casa, con las manos en el umbral,

28. y le dijo: «Levántate y vámonos.» Pero no hubo respuesta. El hombre, pues, la cargó sobre su burro y siguió su camino para volver a su pueblo.

29. Llegado a su casa, tomó un cuchillo y tomando a su concubina la partió, miembro por miembro, en doce trozos y los mandó por todo el territorio de Israel.

sábado, 14 de enero de 2012

El Dios del Antiguo Testamento

Hace un tiempo tuve la oportunidad de ver una película titulada “El Juicio contra Dios” (“God on trial”, 2008), basada en el libro de Elie Wiesel “The Trial of God, en donde un grupo de prisioneros judíos en el campo de concentración de Auschwitz, desesperados por la inminente muerte en las cámaras de gas, deciden llevar a juicio a Dios. Las intervenciones se dan desde distinta óptica en favor y en contra, sin embargo una de ellas, quizá la más clara y contundente fue aquella que cuestionó la Alianza que los judíos habían hecho con Dios. Su argumento recorre el comportamiento de Dios desde su pacto con Abraham. Revisamos hechos, que muchas veces no se quiere leer en voz alta, o se lee con interpretaciones que salvan la figura de Dios.



El argumento resumido va así:

Dios libero a los judíos del yugo de Egipto. Pero, ¿cómo llegaron los judíos a Egipto en primer lugar? Llegaron ahí por una hambruna. Quien envió la hambruna?: Dios.

¿Y cómo los sacó Dios de Egipto, pacíficamente, con un soplo? No.

Ante la negativa del Faraón, mandó 10 plagas (ranas, mosquitos, peste, granizo, langostas, etc.) Pero la última, ¿cual fue la última?

Éxodo 12:29

“Y aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito  en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales.”

¿Qué podrían haber sentido las madres egipcias de esta maldición? ¿Qué lección pueden haber sacado de ello? ¿Qué culpa tenían los niños de las acciones que tomó el Faraón? ¿Por qué no mando a matar al Faraón?

Cruza el pueblo judío el Mar Rojo y cuando el ejército egipcio sale en su persecución, Yavé ordena que se junten las aguas, ahogando al ejército entero. ¿Por qué no cerró antes las aguas del mar, para evitar muertes inútiles?

Éxodo 14:26-28



“26 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.

27 Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar.

28 Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.”




Luego el pueblo elegido por Dios, guidaos por Moisés, va en busca de la tierra prometida. Evidentemente, esa tierra no estaba desierta totalmente, habías pueblos que habitaban la región, pero con la ayuda de Yavé se logra derrotar o, mejor dicho, exterminar aquellos que opusieran resistencia al avance del pueblo judío, como el pueblo de Amalec.

Éxodo 17:14

“Y Jehová dijo a Moisés: Escribe todo esto en un libro para que sirva de recuerdo, y dile a Josué que yo no dejaré ni el recuerdo de Amalec debajo de los cielos”.

Y cuando Saúl decidió desobedecer a Samuel para dejar vivo al Rey de los amalecitas, luego de recibir el mandato de Yavé a través de Samuel: “Destruye por completo todo lo que les pertenezca; no les tengas compasión. Mátalos a todos, hombres y mujeres, niños y recién nacidos, toros y ovejas, camellos y asnos. (1 Samuel 15:3),   Yavé le dijo a Samuel “Me arrepiento de haber hecho rey a Saúl, pues se ha apartado de mí y no ha llevado a cabo mis instrucciones.» (1 Samuel 15:10). ¿Dónde está el Dios misericordioso, bondadoso, dónde el perdón, dónde el amor a todos sus hijos?

Y cuando el Rey David derrotó en sangrienta lucha a los moabitas, ¿cómo trató a los prisioneros?

2 Samuel 8:1-2

“También derrotó a los moabitas, a quienes obligó a tenderse en el suelo y midió con un cordel; a los que cabían a lo largo de dos medidas los condenó a muerte, pero dejó con vida a los que quedaban dentro de la medida siguiente. Fue así como los moabitas pasaron a ser vasallos tributarios de David.”

Cuando David cometió adulterio con Betsabé, esposa de Urías, ¿cómo lo castigó?

2 Samuel 12: 13-18.



“—¡He pecado contra el Señor! —reconoció David ante Natán.

 —El Señor ha perdonado ya tu pecado, y no morirás —contestó Natán—.14 Sin embargo, tu hijo sí morirá, pues con tus acciones has ofendido al Señor.

15 Dicho esto, Natán volvió a su casa. Y el Señor hirió al hijo que la esposa de Urías le había dado a David, de modo que el niño cayó gravemente enfermo.16 David se puso a rogar a Dios por él; ayunaba y pasaba las noches tirado en el suelo.17 Los ancianos de su corte iban a verlo y le rogaban que se levantara, pero él se resistía, y aun se negaba a comer con ellos.

18 Siete días después, el niño murió.”



Dios mata al niño y no lo hace de manera rápida y sin sufrimiento. No. Lo hace sufrir siete días por el pecado cometido por David. ¿Qué culpa tenía el niño? ¿Dónde está la clemencia de Dios con los niños?

Las historias bíblicas pueden seguir, pero ¿qué aprendieron todos los pueblos que se cruzaron con los judíos de Yavé?¿ Qué podían pensar las madres egipcias, los deudos de los moabitas, los de los pueblos de Amalec? ¿Qué Dios es ése que masacra a sus hijos por proteger a su pueblo elegido? ¿Acaso no son tan hijos de Dios como los judíos? ¿Dónde está el Dios misericordioso bondadoso? Lo único que pueden haber aprendido esas mujeres y hombres es que Dios no estaba con ellos, Dios estaba sólo con los judíos. Ese Dios no era bueno, no podía ser bueno.

Algunos podrían argumentar que no podemos leer tan literalmente la Biblia, que todo ello no pasó tal cual, sino fueron metáforas para entender el plan de Dios. Hay que ubicarnos en el contexto de pueblos violentos, de inestabilidad política en la región, de costumbres aún bárbaras. Esas órdenes de Yavé se daban para un contexto diferente, para otros tiempos.

Yo creo, antes bien, que el Dios que concebían los judíos, lo entendían de acuerdo a su contexto, un Dios adaptado al contexto político-social de la época, donde la guerra y la muerte eran necesarias para sobrevivir, eran moneda común, era aceptado como algo natural en la interacción entre pueblos y naciones. Para los judíos como para otros pueblos eran costumbres aceptadas, que justificaban su estrategia de supervivencia. Al parecer ese Dios era un dios creado por los judíos para justificar su destino de pueblo elegido.

Efectivamente, lo que narra el Antiguo testamente destruye la imagen de un Dios eterno, universal y perfecto. Las muertes, el odio, la revancha, la ira, la injusticia, la intolerancia, etc. con que caracterizan a ese Dios, lo hacen imperfecto, lo hacen relativo para un contexto, para un tiempo, y no lo hacen universal pues es sólo para proteger a un pueblo, que se autodenomina el elegido.

Quizá las características antes citadas para Dios no son aceptables en la actualidad, pero sí lo eran en el pasado. ¿Cuáles son mejores? ¿Cuáles apuntan hacia el bien? ¿Cuál es lo divinamente aceptable? Desde una perspectiva racional, evidentemente, no podemos aceptar la ira, la venganza, la muerte, la intolerancia y la injusticia, como bienes superiores.

¿Qué Dios es el del Antiguo Testamento? ¿Cómo justificarlo?




domingo, 8 de enero de 2012

Dios, moral y sociedad

La vida, después de ser expulsados del paraíso, se puede entender como un largo e interminable proceso de búsqueda del Bien. El ser humano, desprovisto de la sabiduría para determinar lo bueno y lo malo, pasa sus días en esta eterna lucha. La búsqueda del Bien nos ha llevado a la ilusión de sentir que conocemos el Mal, y por lo tanto saber lo que no debemos hacer. Pero, qué tan cierto es que sepamos lo que está correcto o incorrecto, la verdadera moral.  Este blog, no intenta resolver la pregunta sobre el origen de la moral, sino ofrecer una serie de reflexiones que provoquen el debate, que nos hagan re-evaluar lo que alguna vez se ha dado por sentado.

No es mi intención faltar el respeto a ningún creyente. Creo que la búsqueda de la verdad no debe ni puede ofender a nadie. Este tipo de debates suele terminar en un punto muerto donde la fe y la razón no encuentran más terreno para la discusión. Debo reconocer que lo que se plantee aquí está basado en la razón.

Finalmente, invito a todo aquel que quiera contribuir en la búsqueda de la verdad.