"Las objeciones a la religión son de dos clases: intelectuales y morales. La objeción intelectual consiste en que no hay razón para suponer que hay alguna religión verdadera; la objeción moral es que los preceptos religiosos datan de una época en que los hombres eran más crueles de lo que son ahora y, por lo tanto, tienden a perpetuar conductas inhumanas que la conciencia moral de la época habría superado de no ser por la religión,"
Bertrandt Rusell
"Por qué no soy cristiano"
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